

Sobrescribir enlaces de ayuda a la navegación
- Home
- Persona con discapacidad, LGTBI+ y mujer: una triple discriminación
Persona con discapacidad, LGTBI+ y mujer: una triple discriminación
Ser mujer, LGTBI+ y tener una discapacidad supone enfrentarse a múltiples formas de discriminación. Un estudio del Ministerio de Igualdad pone de manifiesto que los ámbitos sanitario y educativo son los que presentan más barreras para este colectivo, aunque la discriminación se extiende también a otros espacios como el laboral, el social y el familiar.
Discriminación mayor si la persona con discapacidad es LGTBI+
El Ministerio de Igualdad ha analizado la situación de las personas LGTBI+ con discapacidad en España, un colectivo que enfrenta una discriminación interseccional, es decir, una exclusión que se suma y se refuerza en distintos aspectos de su identidad. No solo se ven afectadas por prejuicios sobre su discapacidad, sino también por su orientación sexual o identidad de género e incluso, en el caso de las mujeres, por el machismo estructural.
Este informe identifica los principales ámbitos donde se producen estas discriminaciones. Según los datos:
- El 78 % de las personas encuestadas ha sufrido algún tipo de discriminación en el ámbito educativo, principalmente por parte de compañeros y compañeras, aunque también por parte del profesorado.
- El 46 % ha experimentado discriminación en el acceso a la atención sanitaria, desde la atención primaria hasta la hospitalaria.
A continuación, desglosamos las principales formas de discriminación por ámbitos:
Familia
- Aceptación o rechazo de su sexualidad.
- Mayor discriminación por la orientación sexual que por la discapacidad.
- Sobreprotección familiar.
Las personas con discapacidad LGTBI+ pueden enfrentar rechazo dentro de sus propias familias, especialmente en lo referente a su orientación sexual o identidad de género. En muchos casos, la sobreprotección familiar, motivada por la discapacidad, refuerza la infantilización y limita su autonomía.
Trabajo
- Discriminación en el acceso al empleo.
- Discriminación en el entorno laboral.
- Consecuencias en la salud mental.
- Ocultación de la discapacidad, orientación sexual o identidad de género.
- "Techos de cristal" y "suelos pegajosos" que impiden la promoción laboral.
- Mayor presencia en ciertos sectores, pero exclusión de otros.
- Teletrabajo: más seguro, pero menos inclusivo.
El acceso y la permanencia en el empleo son retos para este colectivo. Muchas personas LGTBI+ con discapacidad optan por ocultar una o varias partes de su identidad por miedo a la discriminación. Además, enfrentan barreras para la promoción laboral, lo que se traduce en menos oportunidades y, en muchos casos, en problemas de salud mental derivados del estrés y la exclusión.
Salud
- Discriminación en el acceso a la atención médica.
- Las mujeres y personas no binarias sufren mayor discriminación.
- Impactos psicológicos y emocionales.
El sistema sanitario no siempre garantiza un acceso equitativo a las personas LGTBI+ con discapacidad. La discriminación puede manifestarse en la falta de atención adecuada, en prejuicios por parte del personal sanitario o en la invisibilización de sus necesidades específicas, lo que puede afectar gravemente su bienestar físico y mental.
Educación
- Trayectorias educativas marcadas por la discriminación.
- Rechazo por parte de compañeros y compañeras.
- Ocultación de la identidad y la orientación sexual.
- Problemas psicológicos derivados del acoso y la exclusión.
- Falta de conocimiento sobre cómo actuar en casos de discriminación.
- Menos discriminación en la enseñanza superior.
Desde la infancia, las personas LGTBI+ con discapacidad enfrentan dificultades en la escuela, donde pueden sufrir acoso y exclusión. Muchas optan por ocultar su identidad para evitar conflictos, lo que puede afectar su desarrollo personal y emocional. En la educación superior, aunque la discriminación es menor, persisten barreras en la accesibilidad y la inclusión.
Administraciones públicas
- Barreras en el acceso a servicios y trámites administrativos.
- Discriminación en el ámbito judicial.
- Discriminación en centros residenciales.
- Impacto psicológico de la exclusión.
Las administraciones públicas, que deberían garantizar la igualdad de derechos, muchas veces no son accesibles para este colectivo. La falta de formación y sensibilidad en los servicios públicos puede traducirse en una atención deficiente o en la negación de derechos fundamentales.
Participación social
- Diferentes niveles de implicación en la vida social.
- Mayores barreras para participar en actividades de ocio, deporte, formación o política.
- Falta de accesibilidad en los espacios de participación.
- Invisibilización en los espacios de socialización.
Las personas LGTBI+ con discapacidad encuentran dificultades para participar en la sociedad de manera plena. La falta de accesibilidad en eventos, la discriminación en espacios de ocio y la escasez de iniciativas inclusivas limitan su derecho a una vida social activa.
Activismo social
- Espacios seguros para la participación.
- Paternalismo y discriminación dentro de los colectivos de discapacidad.
- Falta de un enfoque interseccional que integre género, discapacidad y orientación sexual.
El activismo social es una herramienta clave para la visibilización y la defensa de derechos, pero incluso dentro de los colectivos de discapacidad persisten actitudes paternalistas que dificultan la plena participación de las personas LGTBI+. La falta de un enfoque interseccional en muchas organizaciones impide abordar de manera adecuada sus problemáticas.
Sexualidad
- Falta de educación sexual adaptada.
- Infantilización y negación de la sexualidad.
- Barreras para la expresión de la sexualidad.
- Fetichización y cosificación de las personas LGTBI+ con discapacidad.
- Necesidad de apoyos para una vivencia plena de la sexualidad.
- Reconocimiento del deseo y del placer.
- Violencia sexual y de género.
- Falta de acompañamiento ante situaciones de abuso.
- Estrategias individuales de reparación.
La sexualidad sigue siendo un tema tabú para las personas con discapacidad, y aún más si pertenecen al colectivo LGTBI+. Muchas veces se les niega su derecho a la intimidad y el placer, y pueden enfrentarse a situaciones de fetichización o abuso sin contar con los apoyos necesarios. La educación sexual inclusiva y el reconocimiento de sus derechos son fundamentales para erradicar estas barreras.