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La doble realidad de la sostenibilidad en la limpieza
El sector de la limpieza y la higiene profesional, como en el resto de segmentos económicos, está viviendo en los últimos años un desarrollo —para muchos vertiginoso—, principalmente en dos ámbitos: la tecnología y la sostenibilidad. Al tratarse de uno de los sevicios más importantes que ofrece en la actualidad Grupo SIFU, con cientos de clientes y miles de trabajadores, estos dos aspectos tienen un impacto fundamental en su evolución.
En lo que respecta al primer aspecto, el tecnológico, el avance de la maquinaria, que ya se considera en muchos casos inteligente, ha supuesto la irrupción de los datos y de su análisis —por ejemplo para el control de suministros, de actividad, de flujos de empleados en las instalaciones…—, así como nueva maquinaria y accesorios, que en algunos casos, como el empleo de drones para limpieza de fachadas, roza la cienca ficción. Esto requiere un constante trabajo de actualización e innovación con el que la industria está comprometida para así poder dar respuesta a un cliente cada vez más conectado, informado y exigente.
El segundo ámbito que marca el devenir de nuestros días, la sostenibilidad, es primordial, y esto hace referencia a su globalidad, a su transversalidad en la sociedad. Las empresas con divisiones especializadas en limpieza como Grupo SIFU estamos permanente actualizando nuestros equipos y procedimientos para adecuarlos tanto a la normativa como a las tendencias del mercado en este ámbito. Pero no es suficiente.
No tiene sentido aplicar, por ejemplo, un sistema de reciclaje de residuos, instalar envases especiales, formar a nuestros trabadores y que apliquen su correcta manipulación… si todo esto no viene acompañado de formación y, por qué no, concienciación de los empleados o usuarios de la empresa cliente. Es un trabajo dual, que requiere de ambas partes de su fucionamiento si se quieren conseguir resultados globales y no caer en el mero greenwashing. Por esta razón, resulta muy interesante una coordinación entre la división de limpieza y la de RSC o RR. HH. de la empresa cliente.
Una sociedad concienciada
El cliente, hoy por hoy, busca ser sostenible, la sociedad lo demanda a los proveedores de servicios. Cuando una empresa contrata un servicio de limpieza pone encima de la mesa, en lo propios pliegos técnicos, que el servicio sea sostenible. Los planes de responsabilidad social corporativa lo tienen muy presente y, por extensión, se exige a todos los proveedores, incluidos los del apartado de limpieza y desinfección. Y cada vez más.
En este sentido, Grupo SIFU tiene mucho que decir, porque cuenta con la certificación comunitaria EcoLabel, que garantiza el total cumplimiento de la normativa en materia medioambiental y la adopción de procesos que benefician al entorno. Además, cuenta con la ISO 14001, que certifica que respetamos el medioambiente en nuestras actividades y servicios, o la ISO 50001, relativa a la eficiencia energética, que tiene como objetivo mantener y mejorar un sistema de gestión de dicha eficiencia energética, la seguridad en este ámbito, la utilización de energía y el consumo energético con un enfoque sistemático. Y todo ello sin contar las más exigentes en materia de recursos humanos, responsabilidad social corporativa y calidad en todos los procesos de nuestras divisiones.
Otra cosa distinta es que, una vez ofrecidas las distintas opciones, estas cuadren con el presupuesto o la partida correspondiente. Porque, sí, ser sostenible cuesta más que no serlo, y eso hay que tenerlo en cuenta en un mercado tan competitivo y con unos márgenes tan ajustados. Como es habitual, la obtención de una cuenta pasa por conocer las necesidades del cliente, sus objetivos, su capacidad, y ofrecerle la solución más adecuada teniendo en cuenta todos los elementos de la ecuación. La sostenibilidad ya no puede quedar fuera de dicha ecuación, pero hay que ser realista: supone un esfuerzo económico extra.
Afortunadamente, el viento sopla a favor, es una corriente imparable en beneficio del planeta, y el sector de la limpieza está viviendo unos aires de cambio, a pequeña escala pero numerosos, que están conduciendo nuestra actividad en la dirección correcta. Desde la sustitución de las papeleras por puntos de reciclaje o el papel convencional por reciclado hasta usar vehículos eléctricos en vez de diésel hay todo un universo de pequeños cambios que, si bien no todos, se pueden aplicar en las propuestas de actividad.
Entre estas acciones destacan la utilización de plásticos reciclados en las herramientas de limpieza y desinfección; la sustitución de la maquinaria contaminante por otra de tipo eléctrico y con sistemas limpios de recarga; por supuesto, la utilización de productos de limpieza no contaminantes y biodegradables; bolsas y envases reutilizables o 100 % reciclables; vestuario de fabricación menos contaminante; optimización de la labores de reciclaje de residuos… En definitiva, un pequeño microuniverso de acciones sostenibles que, juntas, suman un conjunto respetuoso con nuestro planeta. Todos —Grupo SIFU, clientes, trabajadores y herramientas— alineados con la sostenibilidad real.