Salud Mental y Empleo: Mitos y Verdades
Un post en colaboración con el Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (CEDDD)
En un mundo cada vez más sensibilizado con la salud mental, reflexionar sobre su relación con el empleo resulta imprescindible. A pesar de que la sensibilización hacia esta causa ha crecido, las personas con enfermedad o trastorno grave siguen enfrentando un alto grado de exclusión.
Solo el 18% de las personas con un trastorno mental grave tiene un empleo
Según se expuso en la jornada ‘Salud Mental y Empleo: Mitos y Verdades’, organizada por el Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (CEDDD), solo el 18% de este colectivo tiene un empleo. ¿Qué estamos haciendo mal y cómo podemos cambiar esta realidad?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que todas las personas tienen derecho a un entorno laboral seguro y saludable, pero para quienes padecen trastornos graves de salud mental, este derecho aún no se materializa.
En el evento, expertos y representantes de entidades como Fundación AMAI TLP, Fundación Nacional para el TOC, Asociación Tú Decides, entre otras, compartieron su análisis y propuestas para superar los obstáculos que enfrenta este colectivo.
Según José Manuel Dolader, director de la Asociación La Barandilla, aún existe miedo e incomprensión hacia los trastornos mentales graves. Si bien temas como la depresión y la ansiedad reciben mayor atención, el desconocimiento sobre patologías más complejas perpetúa su invisibilidad.
Por ello, abogó por más recursos destinados a la inclusión, señalando que algunas entidades del sector priorizan su imagen antes que las soluciones reales.
La importancia de los apoyos adecuados
Las intervenciones durante la jornada dejaron claro que la inclusión laboral requiere ajustes personalizados. Bibiana Serrano, presidenta de la Fundación Primer Paso, enfatizó que el empleo debe adaptarse a las condiciones de cada persona y proporcionar los apoyos necesarios.
Teresa Oñate, presidenta de la Fundación AMAI TLP, agregó que estos apoyos son clave para evitar frustraciones y garantizar que el trabajo sea una experiencia positiva y productiva.
Por su parte, Pilar Lorenzo, de Fedepadual, defendió que las personas con patología dual (trastorno mental y adicción) tienen las mismas capacidades laborales que cualquier otra persona, pero cargan con el peso del estigma.
Combatir esta discriminación pasa, según los expertos, por una mejor educación de la sociedad y por sensibilizar a los empleadores.
¿Trabajo como factor de riesgo?
No obstante, no todo es positivo en la relación entre salud mental y empleo. Según Gorry, director de Asociación Tú Decides, los empleos ofrecidos a personas con trastornos graves suelen ser monótonos, poco estimulantes y mal remunerados, lo que puede agravar su situación.
Además, como recordó Encarni Cabrera, psicóloga de la Fundación Nacional para el TOC, dentro de la salud mental hay una gran diversidad de realidades, por lo que los enfoques deben ser individualizados.
Conclusiones y futuro
Entre las principales conclusiones de la jornada, Mar Ugarte, vicepresidenta de CEDDD, destacó la necesidad de unidad entre entidades, empresas y sociedad para acabar con la exclusión laboral de las personas con trastornos mentales. La educación y la visibilización son esenciales para superar barreras y combatir los prejuicios.
Albert Campabadal, presidente del CEDDD, cerró el evento insistiendo en la importancia de la formación. Capacitar a empleadores y sensibilizar a la sociedad son pasos clave para avanzar hacia un modelo de inclusión real, donde el trabajo sea un derecho efectivo para todos, sin importar sus circunstancias.
La jornada CEDDD ‘Salud Mental y Empleo: Mitos y Verdades’ ya está disponible en el canal de YouTube de CEDDD: https://youtu.be/oVbtkQUD8Ws
Sobre CEDDD
CEDDD son las siglas del Consejo Español para la Defensa de las personas con Discapacidad y/o con Dependencia que integra e impulsa la voz de más de 3.000 entidades y asociaciones que representan a las personas mayores, con dependencia y/o con discapacidad, a los Centros de Educación Especial, Centros Especiales de Empleo, a las empresas que las atienden – grupos residenciales, atención a domicilio, Colegios Profesionales, etc. En suma, representa a más de 200.000 personas atendidas y sus familias, 350.000 profesionales y trabajadores y 1.000 voluntarios.