una mujer de espaldas mira por la ventana
una mujer de espaldas mira por la ventana

1 de cada 4 personas con discapacidad en España vive sola

La soledad es un problema cada vez mayor en la sociedad occidentales, más envejecidas y tendentes al individualismo. En lo que respecta a las personas con discapacidad, los datos son reveladores: 1 de cada 4 personas vive sola.

Las personas con discapacidad y la soledad

Más de un millón de personas con distintas capacidades, el 24,5 % del total en nuestro país, vive sin ningún tipo de compañía. 

Este dato es solo uno de los recogidos en el estudio Las personas con discapacidad en España: actividad, empleo y calidad de vida, elaborado por la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas).

En España, las personas con discapacidad y con limitaciones relevantes experimentan una mayor soledad que las personas con discapacidad sin limitaciones, y estas últimas, mayor soledad que las personas sin discapacidad.

Las estadísticas muestras más claramente la realidad. El dato es muy impactante: más de un millón de personas con discapacidad en España viven solas.

1,06 millones (en concreto, 732.000 mujeres y 327.000 hombres). Esto supone el 24,5 % de los 4,3 millones de personas con discapacidad del país. 

El estudio de Funcas muestra que, de forma global, en la actualidad las personas con discapacidad de 6 o más años son el 9,7 % de la población. 

De ellas, 2,5 millones son mujeres y 1,8 millones, hombres. Además, en el 20,5 % de los hogares españoles reside una persona con discapacidad, una cifra realmente importante.

manos entrelazadas sobre unas rodillas

La calidad de vida de las personas con discapacidad

Los datos de soledad son muy importantes a la hora de determinar la calidad de vida de las personas con discapacidad

No tanto en lo que respecta a la asistencia profesional, sino al mantenimiento de pareja sentimental o al contacto con la familia, uno de los pilares fundamentales para la calidad de vida. 

De forma paralela, es interesante comprobar con qué frecuencia estas personas visitan o reciben visitas de sus familiares, lo que suponen la posibilidad de asistencia y de fortalecimiento de los lazos familiares. 

En concreto, según reconocen ellas mismas, casi el 80 % de las personas con discapacidad que viven solas y mantienen relaciones familiares lo hacen todos o casi todos los días, o al menos una o dos veces por semana. 

Pero en el otro extremo, en torno a un 10 % de estas personas mantiene relaciones familiares menos de una vez al mes

Por tanto, un 9,5 % de personas con discapacidad que viven solas ni siquiera ven a un familiar en todo un año. 

Además, a lo anterior se añade otro 9,5 % que incluye a aquellas que, pese a ver a algún familiar durante el último año, lo hacen menos de una vez al mes. 

Así pues, en resumen, casi un 20 % de todas las personas con discapacidad que viven solas en España no mantienen relaciones familiares o apenas lo hacen, una cifra bastante significativa. 

¿Quién se encarga de los cuidados?

Por supuesto, los cuidados son muy importantes, porque además contribuyen a paliar la soledad en muchos casos. 

Entre las que viven solas, la cuarta parte (25,5 %) recibe cuidados, proporción que es mayor entre las mujeres (29,5 %) que entre los hombres (19,5 %). 

Estas personas son cuidadas, sobre todo, por sus hijas o hijos (42,9 %), una empleada del hogar (22,2 %), otros familiares (16 %) y profesionales sociosanitarios (15,2 %).

Aumenta la formación

Entre los aspectos relacionados con la vida de las personas con discapacidad, llaman la atención variables como los estudios y el empleo

En lo que respecta a la formación, herramienta fundamental para la integración sociolaboral, este informe también tiene datos interesantes.

Según indica, la proporción de personas con discapacidad que han completado estudios superiores (universitarios o profesionales superiores) ha crecido en los últimos 15 años, de un 7,2% a un 10,7%. No obstante, este incremento es inferior al de la población general. 

El nivel de estudios más frecuente entre la población con discapacidad de 16 o más años es el de educación primaria incompleta entre las mujeres (29,2 %) y el de educación primaria o equivalente entre los hombres (24,1%). 

Por esta razón están importante apostar por la formación continua del colectivo.

En lo que se refiere al empleo, se constata, una vez más, el enorme déficit de participación laboral y la gran tasa de desempleo del colectivo. 

El número de personas con alguna discapacidad en edades laborales (16 a 64 años) se estima en 1,58 millones, es decir, un 37 % de todas las personas con discapacidad.

Esta es una cifra inadmisible que entidades como SIFU se empeñan, desde hace más de tres décadas, en revertir a través de la promoción de la contratación de personas con discapacidad.