dos visitantes en un museo accesible
dos visitantes en un museo accesible

Museos accesibles: Arte y cultura para todos

Todo el mundo tiene derecho a disfrutar de la cultura y el patrimonio histórico-artístico, sobre todo si se trata de centros públicos. Las barreras arquitectónicas y sensoriales no pueden ser un obstáculo para disfrutar de las grandes creaciones de la humanidad. Te contamos qué es un museo accesible y qué debe ofrecer para serlo.

Qué es un museo accesible y qué debe ofrecer para serlo

¿Te imaginas no poder disfrutar de un cuadro de Picasso simplemente porque está en una segunda planta y no hay ascensor? ¿O no poder conocer en profundidad los restos de una cultura porque no hay alternativa a las tradicionales audioguías? Un museo accesible no tiene barreras de ningún tipo, y si las tiene, hay que denunciarlo.

Según el Ministerio de Cultura, un «museo accesible» tiene que adaptar todas sus instalaciones y sus contenidos a las personas con alguna discapacidad. Además, dispondrá de distintos materiales para distintos desarrollos cognitivos y sociales, ofrecerá actividades específicas y acercará la cultura a centros como hospitales, centros penitenciarios, residencias y centros de día de personas mayores. ¡Todos tenemos derecho!

La accesibilidad es mucho más que rampas y ascensores, la salas y la información de las obras tienen que estar preparadas para las personas con discapacidad física (sin barreras), auditiva (con textos e iconos), visual (con leyendas y braille y audioguías) y psíquica (con distintas adaptaciones de los mensajes a varios niveles).

Además, no solo se trata de que un cuadro o una escultura puedan contemplarse por todos, la accesibilidad también tiene que ser una realidad en la página web, en los folletos y carteles, en las propias taquillas. 

De hecho, el personal del museo es fundamental que esté concienciado con la accesibilidad universal, sobre todo cuando recibe consultas, peticiones de información, etc. ¡Es tarea de todo convertir a nuestros museos en espacios accesibles!

dos personas admiran una obra en un museo accesible

La tecnología y el diseño contribuyen a que todos los fondos estén alcance de la sociedad al completo, sin distinciones 

Todos los museos y salas de exposiciones, con independencia de su contenido, pueden ser accesibles, no hay excusas. 

Recientemente el Ministerio de Cultura ha anunciado la implantación de nuevo sistema de audioguías en los principales museos del país, que mejoran la calidad del sonido y eliminan las molestas interferencias y ruidos. Y es solo una mejora que se une a otras como las relacionadas con la señalética y las adaptaciones visuales.

Por su parte, muchos museos han apostado por crear sus propias apps para ofrecer sus fondos a través del móvil o las tabletas, y la accesibilidad es una de sus grandes ventajas, gracias a los lenguajes audiovisuales, a los programas adaptados, los subtitulados, las audiotranscripciones. 

Por ejemplo, el Museo del Prado, una de las pinacotecas más importantes del mundo, ofrece la posibilidad de acceder a cientos de sus obras y a una completa información de estas, por supuesto con una programación basada en los contenidos y la navegación accesible.

Otro museo que cuenta con su propia aplicación es el Guggenheim de Bilbao, que la ofrece para poder disfrutar de visitas virtuales. Utiliza un sistema de audioguía que facilita el acceso a los contenidos a personas con discapacidad o dificultades para acercarse a los fondos del museo. 

Esta aplicación cuenta con una fácil accesibilidad y usabilidad, lo que la hace especialmente adecuada para personas con dificultades. Ampliación de fuentes, selección de idiomas, realidad virtual… las opciones son infinitas.

Incluso un museo tan especial como el de Altamira ha mejorado sus propuestas tecnológicas, con una app especialmente diseñada para personas con discapacidad funcional, auditiva o visual. 

Esta complementa la visita y pone la información al alcance de todos, accesible y en varios idiomas. Es rápida y sencilla. ¡Todo sea por disfrutar del arte y la cultura!