Irene Villa
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Irene Villa: “La fuerza la encontramos en valorar el gran regalo que es la vida”

Hablamos con Irene Villa (Madrid, 1978), madre de tres hijos y licenciada en Comunicación Audiovisual, Humanidades y Psicología. Conocida desde que sufrió junto a su madre un atentado y ambas sufrieron amputaciones, supo que su vida iba a estar orientada a ayudar a quienes, como ella, tuvieran que superar cualquier barrera.

Irene Villa: Su testimonio de superación

En la actualidad, Irene Villa trabaja como escritora, conferenciante, transmisora de valores, periodista de opinión en prensa, radio y televisión. Además, muy involucrada en la promoción de valores, participa en varios proyectos de inclusión laboral de personas con discapacidad. Presentó la Gala SuperArte de la Fundación SIFU en Castilla y León y su último libro se titula Saber que se puede.

Un aspecto que le interesa es la inclusión laboral, por qué pese a la solidaridad que existe con las personas con discapacidad, esto no se traduce en mejores datos de inclusión laboral. “Creo firmemente que esas cifras irán mejorando porque la inclusión nos enriquece y hasta el mundo del cine es testigo de que la discapacidad no está reñida con la capacidad de aprender, esforzarse, emocionar y trasladar un gran mensaje al espectador”. 

Y pone ejemplos de ello: “Dani Rovira, tras su peli Cuerpo escombro, reconoció que precisamente fueron ellos quienes más ganas e ilusión pusieron en el rodaje y es que no hay mayor discapacidad que el ego, y estas personas que no son ordinarias sino extraordinarias, saben deshacerse muy bien de esas cadenas mucho más limitantes que cualquier discapacidad. 

También lo pudo comprobar Rubén Riós dirigiendo el documental Más que vida, candidato a la 33 edición de los Goya, y el corto Vida. ¡¡Cada vez somos más queridos y aceptados en todos los ámbitos!! ¡¡O eso quiero creer!!”.

"He asistido a grandes cambios que agradezco por normalizar la discapacidad”

Por supuesto, esto no quita que en su vida haya superado muchas barreras. “Siempre he tratado de quitarme las barreras más importantes, que son las que no se ven: ¡las que cada uno se autoimpone! Recuerdo que la cuando estudiaba en la universidad tenía que entrar por donde los transportistas. Ahora ya está adaptada. He asistido a grandes cambios que agradezco por normalizar la discapacidad”.

Además, en su caso, mujer y con discapacidad, la discriminación, reconoce, puede ser superior. “Es cierto que esa doble discriminación la han sentido algunas mujeres. Cada vez somos más conscientes de nuestro valor, y eso también lo siente la sociedad. Las oportunidades tienen que llegar, aunque sea por los beneficios fiscales que tienen las empresas al contratarnos”.

Por todo ello, Irene considera que es necesario ser positivo, avanzar, y ella es un gran ejemplo. “La fuerza la encontramos en valorar el gran regalo que es la vida y seguir en ella pese a las dificultades o las nuevas circunstancias". 

"Esta nueva oportunidad que tenemos de vivir hay que exprimirla al máximo", continúa, "además, siento que todo lo que nos incomoda nos hace más fuertes porque nos obliga a sacar nuestra mejor versión. Por eso creo que las personas con discapacidad no son ordinarias, sino extraordinarias, porque no nos queda otra opción que salir adelante”.