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Crece el número de autónomos con discapacidad en España
¿Sabías que en España hay más de 25.000 autónomos con discapacidad? Esta vía se consolida como una alternativa para el empleo, y además existen ayudas y bonificaciones. Te las mostramos.
La mayoría de autónomos con discapacidad son hombres
Según datos de la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS), los trabajadores autónomos con discapacidad igual o superior el 33 % crecieron un 2,5 % en 2024. El número total es de 25.811, es decir, 641 más que en el año anterior.
De este total, 9.592 eran mujeres y 16.219 varones, una diferencia muy significativa entre géneros.
Estas cifras ponen de manifiesto que, aunque no se trata de un porcentaje demoledor, sí supone una opción cada vez más interesante para lograr la inclusión sociolaboral. De hecho, el porcentaje de este tipo de empleo dentro del colectivo va paulatinamente ganando peso.
No obstante, las asociaciones del sector de la discapacidad inciden en que esta vía necesita de mucho más apoyo, por ejemplo, con bonificaciones y ayudas, especialmente en el caso de las mujeres, que proporcionalmente se incorporan menos a esta modalidad laboral.
También se necesita apoyo para casos sobrevenidos, como aquellos autónomos que por enfermedad o accidente pasar a tener una discapacidad.

Ayudas y ventajas para los autónomos con discapacidad
El colectivo de trabajadores autónomos tiene una serie de ventajas que, en el caso de aquellos con discapacidad, se ven incrementadas o matizadas.
En primer lugar, hay que tener en cuenta la cuantía de la cuota de esta modalidad. Desde 2023, la tarifa plana mensual es de 80 € durante los dos primeros años de actividad.
Ahora bien, si una vez transcurridos esos 24 meses de actividad, el trabajador autónomo no ha logrado superar el salario mínimo interprofesional (SMI), con la debida documentación, este podrá alargar dicha cuota un año más, hasta los 36 meses.
Esta medida es de vital importancia para aquellos que están empezando y todavía no se han hecho con una cartera de clientes reseñable.
Otras ayudas y deducciones
Además de la cuota, hay otras ventajas y ayudas:
La formación de los autónomos es muy importante. Para facilitarla, existe una línea de ayudas de hasta 3.000 euros para que estas personas se forman en la actividad que quieren desarrollar.
Dicha ayuda cubre hasta el 75 % del coste de las distintas formaciones, toda un empujón para poder crecer como trabajador autónomo o introducirse en el mercado.
Existe también normativa referente a los productos financieros para este colectivo, y que supone la concesión de créditos bancarias a mejores condiciones que las personas sin discapacidad.
Estamos hablando de intereses varios puntos por debajo de los generales del mercado.
También existen líneas de ayuda para sufragar el soporte técnico de los nuevos emprendedores.
Dependiendo de la actividad y de la tecnología empleada, el autónomo con discapacidad puede recibir unas ayudas que cubran hasta el 75 % de este tipo de gastos. Todo un balón de oxígeno cuando se está empezando en el negocio.
Precisamente una de las líneas de ayuda más importantes son las destinadas al inicio de la actividad, y que dependen de la comunidad autónoma en cuestión. Esto no es baladí, pues las ayudas pueden oscilar entre los 5.000 y los 10.000 euros de una región a otra.
Lo importante es informarse bien de todas las propuestas autonómicas para comenzar con el negocio.
Finalmente, aunque no menos importantes, se encuentran una serie de deducciones y bonificaciones aplicables a la declaración de la renta, que pueden ser de gran ayuda y que es necesario conocer.
Entre estas se incluyen la desgravación del IRPF, el alquiler de vivienda cuando se es inquilino y del IBI si es propietario, por obras y rehabilitaciones, del IVA por compra de vehículo e impuestos relacionados, entre otras muchas. Lo importante es informarse bien, porque varían de una comunidad autónoma a otra.